En el mismo sentido que el sector financiero, las empresas transnacionales productoras de armamento no suelen verse involucradas en irregularidades relativas a la explotación directa de sus trabajadores, comunidades o medio ambiente, sin embargo, no significa que no posean una alta cuota de responsabilidad.
La Unión Europea es un gran exportador de armas, y gran parte de sus productos son comprados por grupos o naciones que se encuentran involucrados conflictos bélicos, donde claramente se dan atrocidades y violaciones de derechos de manera reiterada y sistemática. Tal es el caso de la venta a Arabia Saudí, el Congo y Egipto.