Industria Textil

La producción masiva de textiles y de confección de ropa es un negocio multimillonario, los bajos costos y las modas rápidas se han convertido en alicientes para el consumo desenfrenado.

La cierto es que en occidente un gran mayoría de nosotros no compramos ropa porque la necesitemos, sino para seguir las tendencias “fashionitas”, sin importar la explotación laboral que hay detrás ni el daño medioambiental que se consigue, al ser la industria textil la segunda más contaminante del mundo, responsable de la contaminación del 20% del recurso hídrico.

Un norteamericano común desecha 35 kilogramos de ropa anualmente, no hay reciclaje ni donaciones que puedan con el ritmo de lo que el primer mundo desecha.

Las fábricas de textiles se han localizado principalmente en Asia: China, Bangladesh, Vietnam, Cambodia y otros, pero además en  otros países como México, El Salvador. Mundialmente reconocidas por las extenuantes jornadas laborales, condiciones de salubridad y seguridad precarias, represión de movimientos obreros, bajos salarios, trabajo infantil y la aplicación de penalidades económicas a sus trabajadores por absurdos como ir al servicio sanitario o por no cumplir cuotas de producción inalcanzables.

Mediante algunas campañas mundiales como la de “Ropa Limpia” se ha intentado acabar con estas condiciones de esclavitud a las que se encuentran sometidas estas personas, principalmente mujeres,  al denunciarse empresas como: Adolfo Domíngez, Inditex, Lee, Pimkie, Nike, Puma y otras.